El gato glotón y su reflejo
Había una vez un gato hambriento que caminaba por las calles, daba vueltas por el parque, por los mercados buscando comida para su barriguita comilona, hasta que de pronto Pedro el pescador le arrojó un pez.
Muy contento el gatito llevó el pez en su hocico y tuvo que cruzar un riachuelo que había en el camino.
Al observar su reflejo en el agua pensó ver otro gato con un pez más gigante que el suyo, y de repente trató de quitárselo de un solo bocado. Pero cuando abrió el hocico, el pez que tenía se cayó al riachuelo y en un abrir y cerrar de ojos la corriente se lo llevó.
El gato glotón muy triste quedó al darse cuenta de que había soltado algo que era verdadero y real por obtener lo que era falso, pues solamente era su reflejo.
Moraleja
La ambición y la avaricia te dejan sin nada, por eso no codicies lo ajeno y valora lo que con mucho esfuerzo has conseguido
Fin
Autor/a
Karla Zamora Mero
